Rehabilitación

Hoy quiero mostrarles como con dos veces por semana en que concurro a un natatorio, he hecho notables progresos. Hoy día puedo: caminar, mover sin dolor mis manos, mis brazos...

El instructor, es increíble. Tiene tanta paciencia con nosotros que somos personas mayores y con dificultades. Ignacio, así se llama este ángel que Dios puso en nuestro camino para llenarnos de cariño, de infundirnos confianza y de estimularnos con cada pequeño pero gran logro para nuestra calidad de vida.

En la imagen, haciendo ejercicios para fortalecer las piernas. En segundo plano se puede observar a las chicas que ya están en un nivel más adelantado.

Ignacio, trabajando con una señora de 90 años.

Mi cumple

Este año fue bastante difícil para mí. En el mes de marzo de un día para el otro no pude moverme. Me dolía todo el cuerpo y no podía mover mis manos ni mis piernas. Me costaba levantarme, sin ayuda no podía ni siquiera ir al baño.

Dios puso en mi camino una agenda antigua de mi madre. En ella encontré el número telefónico del médico que me atendía cuando era chica. Eso fue una bendición para mí ya que me puse en contacto con él y en diez días tuve el diagnóstico de lo que padecía: artritis reumatoidea.

Gracias al Dr. Jorge Carrasco que empezó a medicarme con hidroxicloroquina y me guió para que viera una reumatóloga.

En el Hospital Aeronáutico Central comencé a tratarme con la Dra. Shockler. Me apuntaló anímicamente el grupo de Sólo Crochet por internet, mi familia y amigos.

El día 13 de octubre cumplí años y quise estar rodeada de mis afectos. Aquellos que de una manera u otra estuvieron a mi lado en un momento difícil.

A la mesa asistieron 30 personas. Hoy que puedo caminar, que puedo valerme por mí misma le agradezco a Dios que me haya hecho ver que no estoy sola, que haya hecho sentir querida y que todavía soy útil.

Ese día fui inmensamente feliz hasta bailé con Atilio.

Atilio y su próstata

Atilio, es mi marido. Es una persona que cuando entra al baño, tarda bastante. Se mira al espejo, se peina, se mira una y otra vez.

En el baño tengo un armario donde guardo cosas de limpieza. Como sé que tarda no haciendo sus necesidades fisiológicas, entré pero oh! casualidad ese día estaba orinando. Me extrañó la forma en que lo hacía.

Le pregunté: Así orinás vos?

El respondió: " Sí, normal"

No era normal, lo hacía de a chorros.

Corría el año 2001...

Llamé al Hospital Aeronáutico Central y pedí un turno para Urología, cuando me preguntan con qué médico yo respondí que no conocía a nadie, que me indicaran cual era el mejor. Me señalaron dos o tres médicos para que yo decidiera con quien tomar la consulta. elegí al Dr. Julio Román y no me equivoqué. Había elegido el mejor sin desmerecer a los otros profesionales. Desde esa fecha hasta el 27 de agosto del corriente año Atilio tenía la próstata inflamada. Tomaba diariamente una medicación recetada por el doctor, pero el objetivo no se alcanzaba. El Doc. quería operarlo pero él se negaba. Tres veces se hizo el prequirúrgico! Las tres veces no quiso operarse... Tenía miedo aunque no lo dijera.
Hasta que este año logré convencerlo y dijo: SI!

El día 28 a la mañana fue la cirugía. Lo operó el Dr. Román. Cerca del mediodía me informó que todo había salido bien. Esa noche, Atilio no lo había pasado bien le había bajado el potasio y no sé que otro mineral. En dos días lo estabilizaron.

A pesar de ser un paciente difícil, porque nunca estuvo enfermo, lo cuidaron con tanto esmero y estoy muy agradecida con el Dr. Esteban Tosolini y el Dr. Miguel Ríos, durante la internación.

Hoy hace un mes y tres días que se operó. Hoy Atilio dice: Me tenía que haber operado antes!

El viernes Atilio cumple 89 años. Está con buen ánimo con ganas de vivir cada momento a full.

Quise compartir este acontecimiento con ustedes y pedirles a todos los varones que concurran al urólogo. Que tomen como ejemplo el caso de Atilio que con la edad que tiene venció sus temores y eligió tener calidad de vida.